domingo, 16 de diciembre de 2012

Cata de aceite de oliva virgen extra

+Lourdes Serra, del Centro Cultural Gourmet nos invitó a la cata de aceite que organizaba el pasado jueves.
Fue un verdadero éxito, asistimos más de 20 personas y nos encantó.

La cata estaba patrocinada por una pequeña empresa de Jaen que comercializa dos tipos de aceites: un arbequina y otro ecológico de Jaén, es decir de aceituna picual. La empresa se llama Lozagal y su web es www.jaenvirgenextra.com

Daniel, catador profesional, nos enseñó lo básico para reconocer un buen aceite; y con un método muy didáctico, la verdad, así que todo el evento resultó muy divertido. Como se puede ver en las fotos, no utilizamos los vasitos azules, e hicimos la cata en copa transparente.

Lo primero que pudimos aprender es que no hay que dejarse llevar por la vista al elegir el aceite. Nos sirvieron en la primera ronda un aceite con un color precioso, dorado. Lo probamos y, la verdad, no nos gustaba mucho a nadie.A la hora de asociarlo con olores o sabores todos los que se iban diciendo eran un poco negativos, que si corteza de queso, que si humedad. Al final David nos confirmó que el aceite estaba rancio y que sin embargo se estaba vendiendo en supermercados con la etiqueta de aceite de oliva virgen extra. Así que hay que andarse con cuidado

Después de esta experiencia, el resto de los aceites nos parecieron fabulosos. Al probar el arbequina, enseguida se perciben sabores de tomate, de pan con tomate, decían algunos. Recuerdos de frutas frescas...
Luego probamos el picual. Este aceite es muy especial. Sabe a aceitunas, a regalices. Tiene una personalidad increíble.

Finalmente, hicieron un pequeño maridaje, el picual para realzar el sabor de un buen jamón, y el arbequina con un queso de mozarella. Perfecto.

También hay que tener en cuenta que el aceite desde el momento en el que se envasa, va sufriendo pérdidas, por eso es mejor tenerlo en un envase opaco, en el que no entre aire, para que no se oxide. Las típicas latas de aceite parecen la mejor opción. Por cierto, Lozagal envasa su aceite Novem en unas latas muy chulas, pequeñas y elegantes.

Durante la cata de aceite, también aprendimos que el aceite virgen de oliva extra, siempre tiene que ser de primera prensa y exprimido en frío. Es que ahora hay muchas etiquetas engañosas que pregonan cosas como exprimido en frío. Pues claro, es que si no sería virgen extra. Y el aceite recién exprimido tiene que ser filtrado y tiene que reposar al menos un mes. El aceite turbio que se obtiene directamente de la presión de la aceituna, no está terminado y por lo tanto no se comercializa así.

En fin, que hay que tener en cuenta que todavía queda mucho camino por andar antes de que se etiqueten correctamente los aceites de oliva virgen extra, y que nos pueden dar gato por liebre.