sábado, 25 de mayo de 2013

Taller de tartas caseras con Google Local Madrid

pasteleria casera
El jueves pasado tenía que elegir entre asistir a un taller de tartas caseras, una cata de vinos o seguir trabajando. Y descartada la última opción, tras pensarlo un buen rato, elegí la primera, no porque yo sea golosa que no lo soy, incluso me pueden llamar pejiguera cuando hablamos de dulces; sino porque soy una rendida admiradora del arte de la repostería y de la pastelería, y me apetecía ver en directoa +Chris Tonge, de Home Cake, preparando sus tartas caseras.

Y no fue una mala decisión, en el taller aprendimos un montón y en el taller descubrí que trucos de repostero hay pocos. Se pueden resumir en: buenas herramientas, elegir buenos productos, y mezclarlos con arte, poco a poco y tener buenos brazos.

Chris tiene mucha experiencia, así que nos enseñó a hacer 3 tartas en dos horas. Además, llevaba otras 3 hechas de casa, por lo que mientras se horneaban las tartas aprendimos a hacer el recubrimiento. El escocés lo había preparado todo muy bien

No tomé nota de las recetas, lo lamento para quienes querían la información más importante, pero si me llevé la lista de precios de las tartas y dulces que preparan en su obrador, os cuento cómo fue el taller.

 

Tarta de zanahoria:

 Un bizcocho clásico con huevo, harina, azúcar y aceite; se le añade zanahoria y el toque mágico: nuez moscada. Mientras se horneaba, Chris preparó la cobertura: queso Philadelfia con leche condensada, y para terminar unas nueces y nocilla.

Los ingredientes siempre de primera calidad, huevos ecológicos, limones también ecológico. Menos me gustó el uso de queso philadelphia, que no me gusta mucho y productos más industriales como la leche condensada y la nocilla. Pero es que soy un poco maniática. No me hagáis caso.

Brownie 

Este clásico de la pastelería anglosajona es una bomba. Además de harina y huevos lleva 250 gramos de mantequilla de la buena y 150 gr de chocolate. Chris le añade cacao en polvo puro y sus almendras, claro. El azúcar que utiliza es caster sugar, que en español se comercializa como azúcar superfino (no es azúcar glass).

Esta tarta no lleva mucho recubrimiento, así que mientras se horneaba la que preparó en el taller, pudimos probar la que llevaba hecha de casa, riquísima, tan solo decorada con un poco de azúcar glass.

Una porción mínima ya te deja satisfecha; y lo que más me gustó fue sentir el chocolate extendiéndose por la boca. Se nota el uso de mantequilla de calidad, pues hoy en día la mayoría de los dulces se te quedan pegados al paladar por culpa de las margarinas y sustitutos que utilizan.

Tarta de limón y semillas de amapola

Esta tarta, sin duda la más elegante y deliciosa, se prepara con los ingredientes normales del bizcocho: huevos, harina, mantequilla y azúcar, y se añade la ralladura de la piel de 3 limones grandes y 4 cucharadas grandes de semillas de amapola.
Chris nos dijo que tras probar con muchas variedades de harina, la que mejor le funcionaba era la que venden como preparada para hacer bizcochos. La horneó en dos unidades. Mientras iban al horno, nos enseño a preparar el baño y la cobertura.
Para bañarlas, fácil: un sirope de limón, con el zumo de los limones y azúcar. Pinchamos la superficie para que el limón entre bien en el bizcocho. Para la cobertura: lemon curd, esa crema inglesa de limón y huevo, y frambuesas. Sin ninguna complicación, pero efectivo. Desde ahora cuando piense en limón me acordaré del trocito de tarta que probé en el taller. Y es que el bizcocho, esponjoso y crujiente a la vez, era el soporte ideal para todos los matices de limón que contenía esta tarta.